miércoles, 26 de septiembre de 2012

Grandes Iconos Universales VII: La Gioconda, Leonardo Da Vinci, 1503.


Florencia, año 1503, momento en el que se va realizar el más célebre retrato de la Historia de la Humanidad, y no es un retrato de un Rey o un Papa, es el rostro de la esposa del gran comerciante y banquero florentino Francesco del Giocondo, Monna Lisa o Lisa Gherardini. Dicho retrato es una buena prueba de que las repúblicas o ciudades-estado italianas, como Florencia o Venecia, gozaban de una preponderancia económica, comercial y cultural muy superior al resto Europa, sólo tendrían parangón con la Brujas flamenca, recordemos el Matrimonio Arnolfini. En Florencia cuya sociedad política estaba dominada por la poderosa familia Médicis, va a surgir un humanismo cívico y un gran renacimiento cultural. Banqueros y comerciantes hacen grandes fortunas y se convierten en Mecenas de este gran Renacimiento humano y artístico, con lo que Florencia es la capital del arte renacentista. Estamos inmersos en el Cinquecento, a inicios del siglo XVI, momento, que para mi, supone el cenit de la Pintura Universal, si exceptuamos a Velázquez. Con Leonardo, Rafael, Miguel Ángel, Tiziano o Veronés la evolución de la pintura es más que sobresaliente. Ya que la pincelada y el color se manejan de forma más suelta, mientras que el dibujo y el contorno pierden su imperio. De forma que, la luz y el color predominan sobre el dibujo. Las formas con claroscuro de sombras y luces adquieren un aspecto redondeado en detrimento de la apariencia plana. La obtención de volumen se convierte en un objetivo capital a través de los sombreados o juegos de luces y sombras. La luz adquiere mucha importancia y se apaga la obsesión por la perspectiva, adquiriendo los cuadros una profundidad natural. Además el paisaje se enriquece en vibraciones lumínicas, fondos neblinosos, rocas, crepúsculos, matices románticos. Y la composición es clara, las figuras se relacionan con las manos y los ojos, se utiliza la perspectiva aérea o el famoso sfumato de Leonardo. 


Leonardo Da Vinci constituye, por su pasión por las diversas formas del saber, el gran arquetipo del hombre renacentista. Sus manuscritos y dibujos nos hablan de su dimensión científica, como destacado anatomista, arquitecto, ingeniero, botánico e inventor. Como filosofo, en sus escritos y tratados se nos muestra como gran regenerador de la cultura clásica y nos demuestra su afán de experimentación. Era un adelantado a su tiempo marcado por una gran genialidad y una fecunda imaginación. llegando a idear el helicóptero, el automóvil o el submarino. Y en sus contadas obras de arte conoces a un Leonardo excepcional, ya que era superdotado para el arte pictórico y para la ciencia. Con Leonardo el arte se hace científico, armonioso y equilibrado alcanzando las más altas cotas de genialidad de la historia de la humanidad. Sus obras son iconos imperecederos, inmutables e inimitables de la civilización occidental, fiel reflejo de esta etapa, el Renacimiento, la más gloriosa del arte.


Leonardo, iniciado en el taller de Verrochio, junto a otros pintores como Botticelli o Perugino, domina la profundidad de forma natural. Empleando y sublimando la perspectiva aérea, con el denominado sfumato, con el que capta el ambiente que envuelve a las figuras. Abandona la definición pictórica de contornos, con el paso gradual de la luz a las sombras, que da volumen a la figuras. Cimero maestro de la composición y de los grandes estudios anatómicos y psicológicos de las figuras humanas, mencionar su famoso Hombre de Vitruvio. Sus rostros nos hablan, nos trasmiten emociones y sentimientos. Como demuestra en La Gioconda, donde además se nos revela como el gran maestro de las luces y las sombras, somete al dibujo a un efecto difuminado, por medio de contrastes suaves de luces y sombras dando volumen y un aire enigmático a la figura de Monna Lisa. Una figura que está inmersa en una atmósfera o refugio rocoso absolutamente irreal, sobrecogedor, agreste, salvaje... con caminos que parecen llevar a ningún sitio, montañas tenebrosas, valles áridos y un río neblinoso bajo un puente, único símbolo de la civilización, de la arquitectura. Es capital el empleo del sfumato, técnica que difumina suavemente los rasgos hasta hacer indefinibles los contornos. El hermoso y enigmático paisaje del fondo, de un matizado tono azul, queda tamizado con un degradado invisible que hace que se confunda con los contornos de La Gioconda, en una conjunción verdaderamente sublime. La composición es de una racionalidad asombrosa, la cabeza de La Gioconda ocupa el centro de la composición de forma equilibrada y apacible, la luz se centra en su rostro que resplandece con vigor.

Leonardo coloca los brazos y las manos de La Gioconda delante del busto para empujar el cuerpo hacia atrás y lograr ese ansiado volumen tridimensional. Para muchos investigadores esa posición de las manos hace suponer que la modelo estaba embarazada en el momento de ser retratada. Es una hipótesis muy plausible si tenemos en cuenta otros precedentes como el mencionado Matrimonio Arnolfini, en el que la esposa Giovanna posa su mano sobre su vientre de embarazada como símbolo esperanza. 


Por otro lado, estamos ante la sonrisa más melancólica y misteriosa de la historia del hombre. Leonardo con su gran domino de las luces y las sombras genera una sonrisa desconcertante. Una sonrisa que no aprecias si te fijas en ella directamente, te das cuenta de esa amarga sonrisa cuando contemplas la globalidad del cuadro. Es una sonrisa sutilmente insinuada que más parece indicar desasosiego y melancólica que alegría. 



La mirada de la Gioconda parece estar dirigida ligeramente a la izquierda, como si en el momento de ser retratada estuviera rodeada por otras personas. Algo muy lógico, según Vasari, Leonardo tenía un buen séquito de personas a su alrededor cuando pintaba, hasta músicos. Sobre la cabeza tiene situado un velo, símbolo de pureza y castidad. Además se une la ambigüedad del rostro, se podría decir que se caracteriza por la indefinición sexual que la hace parecer casi un adolescente más que una mujer. Curiosamente no tiene ni cejas ni pestañas, para algunos borradas por posteriores restauraciones, para otros aumenta la ambigüedad del rostro. Parece ser que Leonardo nunca las pintó, ya que estamos ante una obra inacabada, que nunca se terminó. ya que Leonardo tuvo este retrato durante toda su vida, y lo sometió a constantes retoques. Unos retoques que abundan en la ambigüedad y el misterio que se desprende del rostro de la Gioconda. 



Por todo lo dicho, La Gioconda es el retrato más famoso de toda la Historia del arte y de la Humanidad, al generar gran número de opiniones, literatura y controversias. Va a ser sometida a múltiples análisis científicos de los que nada en claro se ha sacado, salvo que posiblemente si estaba embarazada y que no estamos ante María Magdalena, ni hay ningún mensaje oculto detrás de La Gioconda. Como insinuaba el iluminado escritor de la “novela” El Código Da Vinci, si es que a veces no sabemos distinguir la realidad de la ficción. Lo que si es real es que fue una obra famosa desde el momento de su creación, el joven Rafael siempre se sintió atraído por ella. Para Vasari la “Monalisa era muy bella y Leonardo, mientras pintaba, procuraba que siempre hubiese alguien cantando, tocando algún instrumento o bromeando. De esta manera, la modelo se mantenía de buen humor y no adoptaba un aspecto triste, fatigado”. Una afirmación no probada empíricamente, lo que si está probado y demostrado es que el aire enigmático que Leonardo supo darle a un simple retrato lo convierte en un icono que ha marcado la mirada del hombre y de la humanidad.

martes, 24 de julio de 2012

Civilización incaica
Expansión del imperio Incaico.
La civilización incaica o quechua, fue la última de las grandes civilizaciones precolombinas que conservó su estado independiente (imperio incaico) durante la Conquista de América, hasta la conquista del Perú (1532-1533). Con la extensión del imperio, ésta fue absorbiendo nuevas expresiones culturales de los pueblos anexados y se ubicó en los actuales territorios del Perú, Argentina, Bolivia, Chile, Colombia y Ecuador.
Desde la ciudad sagrada del Cuzco, los quechuas consolidaron un Estado que logró sintetizar los conocimientos artísticos, científicos y tecnológicos de sus antecesores. Basados en un concepto de expansión del Estado, el Tawantinsuyo (Imperio incaico) recogió aquellos conocimientos y los potenció. Actualmente, algunas costumbres y tradiciones de la desaparecida civilización inca prevalecen aún en Bolivia, Ecuador y el Perú.
La conquista del Perú hecha por Francisco Pizarro entre 1530 y 1540 puso fin al imperio, sin embargo, focos resistencia de los llamados Incas de Vilcabamba se mantuvieron hasta 1572.
Arte
Metalurgia incaica.
Lámina gruesa de oro para revestimiento de muro. Museo del oro. Lima-Perú.
Arte textil inca con tocapus. Túnica.
Arquitectura
Artículo principal: Arquitectura incaica.
Machu Picchu
Muro inca en la ciudad del Cuzco.
Los ejemplos más típicos de la arquitectura inca se encuentran en la ciudad que fue su capital, Cuzco, que estaba protegida por Sacsayhuamán o fortaleza rodeada de tres murallas en zig zag, formadas por bloques ciclópeos, que se conserva todavía en muy buen estado. Otras fortalezas importantes fueron las de Písac y Machu Picchu, que son, junto con Cuzco, los principales centros arqueológicos de la cultura inca. Machu Picchu, el más imponente asentamiento urbano del Imperio incaico, cuyo nombre significa "cerro viejo", está enclavado en los Andes, a 2.045 metros sobre el nivel del mar extendiéndose por sus cuatro cerros; fue descubierto en 1911. Entre los templos más importantes que se conservan de esta civilización, cabe citar la de la Casa del Sol en la isla del lago Titicaca; el templo del Sol en Cuzco; y el templo de las Tres Ventanas en Machu Picchu. En cuanto a los palacios, se destaca el de las Ñustas, también localizado en Machu Pichu.
También es representativa de la arquitectura inca el complejo de Tambo Colorado en Pisco y el sector Inca de la Huaca "La Centinela" centro administrativo de los chinchas en Chincha, ambas en departamento de Ica.
Había una gran variedad de metalurgia inca. Se habla de toneladas de trabajos en oro y plata sin embargo, fueron fundidos para ser transportados o usados por los conquistadores españoles. A Pizarro se le debe la falta de artículos de origen inca. Con gran maestría trabajaron el oro, la plata y el cobre.
Los Incas desarrollaron un estilo altamente funcional de arquitectura pública que se distinguió principalmente por sus técnicas avanzadas de planificación territorial, y refinada arquitectura de piedra.
El plano de sus ciudades estaba basado en un sistema de avenidas que convergían en una plaza abierta rodeada de edificios municipales y templos, también se usaban ladrillos de adobe y paja, la construcción de grandes complejos tales como la hoy denominada fortaleza de Sacsayhuamán cerca de Cuzco, que en realidad fue un extenso complejo inca de naturaleza religiosa y científica, y de gestión del territorio, de acuiferos para abastecer al valle de Watanay.
Entre las expresiones artísticas más impresionantes de la civilización inca se hallan los templos, "palacios", en las obras públicas y los complejos estratégicamente emplazados, como Machu Picchu.
Enormes edificios con mampostería de piedra encajada cuidadosamente sin argamasa (simulando una mazorca de maíz), como el Templo del Sol en el Cuzco, fueron edificados con un eficaz técnica constructiva. Otros logros destacables incluyen la construcción de puentes colgantes a base de sogas (algunos de casi cien metros de longitud), los extensos caminos empedrados que comunican la variada geografía andina, los canales para regadío y acueductos.
Alfarería
Artículo principal: Cerámica incaica.
Se pueden distinguir dos tipos de alfarería, la utilitaria y la ceremonial. La cerámica ceremonial era enterrada con los difuntos, llenos de alimentos o bebidas que servirían a los muertos en su camino hacia el otro mundo. Cuando llegaron los españoles, la alfarería inca perdió su función mágica y ceremonial y se volvió utilitaria.
Pintura
Artículo principal: Pintura incaica.
La pintura como expresión estética se manifestó en murales y mantos. Bonavía señala la diferencia entre paredes pintadas de uno o varios colores y los murales con diseños o motivos representando escenas diversas.
Los murales pintados se aplicaban sobre paredes enlucidas con barro empleando pintura al temple, técnica diferente a la utilizada para las pinturas rupestres. Hacia el Horizonte Temprano, la pintura era aplicada directamente sobre la pared enlucida, mientras que durante el Período Intermedio Temprano, se cubría el muro enlucido con pintura blanca para luego aplicarle el dibujo deseado. Otro medio usado en la misma época consistía en trazar motivos incisos sobre el barro húmedo para luego rellenarlo con pintura.
En la época moche se utilizaron pinturas murales y de alto relieve de barro como los descubiertos en la Huaca de la Luna y en la Huaca del Brujo, en Chicama.
La técnica y el uso de mantos pintados sobre telas de algodón llano era costumbre de toda la costa, con mayor énfasis en el norte. Todavía por los años de 1570 a 1577 existían artistas especializados en el arte de pintar mantos que ejercían su oficio trasladándose de un lugar u otro. En aquel tiempo estos artesanos pedían licencia ante el oidor para usar de su arte e ir libremente por los valles sin ser estorbados.
En los museos y colecciones privadas se pueden apreciar estos mantos, empleados quizá para cubrir paredes desnudas o servir de vestimenta a los señores importantes.
Otro renglón dentro del arte pictórico fue la realización de una suerte de mapas pintados que representaban un lugar o una región. El cronista Betanzos cuenta que después de la derrota de los chancas infligida por el príncipe Cusi Yupanqui, los dignatarios cusqueños se presentaron ante él para ofrecerle la borla y lo encontraron pintando los cambios que pensaba introducir en el Cuzco.
Esta noticia no sería suficiente para confirmar tal práctica si no fuese apoyada por otra referencia la afirmación en el juicio sostenido por las etnias de Canta y de Chaclla en 1558 - 1570. Uno de los litigantes presentó allí ante la Real Audiencia de los Reyes los dibujos de su valle indicando sus reclamos territoriales, mientras los segundos exhibieron una maqueta de barro de todo el valle. Sarmiento de Gamboa decía que al conquistar un valle se hacía una maqueta y se le presentaba al Inca, quién delante de los encargados de ejecutar los cambios se informaba de sus deseos de todo tipo.
Textilería
Artículo principal: Textilería incaica.
Sin embargo, el arte textil inca no llegó a la belleza de la Cultura Nazca. Los Incas conocieron los telares verticales y horizontales con los que crearon variados tejidos de lana y algodón y como una forma de escritura, se representaban escenas de la vida cotidiana.
También crearon tejidos decorados con plumas de colores vivos, de los que se conservan bastantes muestras en el ajuar de sus momias. Mayormente utilizaban lana de alpaca para la ropa del inca y de su familia bordado con hilos de oro.
El arte Incaico aunque muchas veces inspirado en lo mágico-religioso fue hijo de la artesanía. Fue arte porque buscó la belleza. Fue artesanía porque los artesanos fueron en sus orígenes sus escultores. El artista profesional no existió en el incario, ocupó su lugar en el Yachachic Runa o artesano prominente, el hombre que por la belleza de su obra la hacía merecedora de ser legada a la posteridad. Esto fue lo que pasó con los eximios arquitectos que dieron forma funcional a la materia pétrea, con los ceramistas, que aprovecharon la elasticidad del barro; y con los tejedores que alcanzaron telas de plumearía cuando no de oro y plata.

En la arquitectura los incas usaron mucho la piedra. Cogían piedras y las encajaban una encima de otra sin ningún tipo de argamasa, haciéndolas coincidir perfectamente, de forma de que ni una hoja de papel pudiera pasar entre ellas. La superficie de las piedras las tallaban de forma que quedaran lisas y no hacían esquinas en las piedras para que pareciesen que estuvieran vivas. Las casas se hacían de un solo piso, y a veces también se usaban ladrillos de adobe y paja en las zonas costeras. El plano de las ciudades se basaba en una serie de avenidas principales y calles más estrechas que las cruzaban, que terminaban en una plaza grande con los edificios principales y los templos. De esta arquitectura basada en piedra destacan la ciudad de Machu-Pichu, situada a más de 8.000 metros de altura y la fortaleza de Sacsayhuaman cerca de Cuzco. Los incas también destacaron en los puentes colgantes con cuerdas que hacían para usarse como acueductos.
fortaleza de Sacsayhuamán
Los Incas hacían un gran trabajo manejando plumas de las aves. Eran trabajos respetados, y con las plumas se hacían desde diademas, que solían llevar los sacerdotes y aristócratas, hasta mantos.
En la cerámica, los incas prosperaron bastante. Se dice que su cerámica es la más bonita de toda la cultura precolombina. La mayoría de trabajos de cerámica era para las ceremonias religiosas, y solían consistir en tinajas y otros utensilios de este tipo.
La pintura inca se hacía sobre mantos o murales en las paredes, que se enlucían con barro para poder pintar sobre ellas. En los tejidos, las pinturas se hacían sobre mantos de lana, y se usaban colores vivos.
De la música inca se sabe muy poco, ya que no existen escritos ni obras. Solamente se sabe que la música se utilizaba sobretodo en los servicios religiosos, y que se usaban instrumentos de viento (que simbolizaban al cielo) e instrumentos de percusión (que simbolizaban la naturaleza).

Cerámica incaica

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Cántaro Inca Provincial.
Huaco vasija Inca Provincial.
Ceramio antropomórfico Inca.
La cerámica inca es distinta de los estilos que predominaron en la zona centroandina . El estilo inca se caracteriza por su producción en masa, habiéndose encontrado evidencias del empleo de una gran cantidad de moldes que permitieron difundir una producción sumamente estandarizada. Sus colores se caracterizan por el uso intensivo de diferentes tonos de marrón y sepia, además del rojo, negro,azul,lila,amarillo,verde,rosado,gris, blanco, anaranjado y morado, que producían una gama relativamente variada de combinaciones. Se aprecia en la alfarería inca la predilección por los diseños geométricos, predominando los rombos, barras, círculos, bandas y triángulos. Las formas típicas son el aríbalo y los queros, aunque estos últimos existieron desde el Horizonte Medio y fueron confeccionados también en madera y metal.

Contenido


Características y formas

La cerámica inca se caracteriza por sus superficies pulidas, su fina decoración representativa de tendencia geométrica y el uso de los colores amarillo, negro, blanco, rojo y anaranjado. Solían pintar rombos, líneas, círculos, animales y frutos estilizados, así como plantas y flores. Las aplicaciones modeladas no fueron comunes en la decoración. Se conoce una amplia variedad de formas, tanto de cerámica fina, como de la doméstica sin decoración. Existieron diferentes tipos de cántaros: con base cónica, ollas con asas lateral, ollas trípodes, platos con asa y pintura interior, tostadores con boca lateral y trípode, etc. El prestigio alcanzado por la alfarería inca hizo que en muchos lugares conquistados se copiara sus formas y decoraciones. Generalmente se producía una mezcla de los estilos locales con el estilo inca, y se encuentran piezas Chimú - Inca, Chancay, etc.

El Aríbalo

Artículo principal: Aríbalo incaico.
Es la forma más característica de la cerámica inca. Se trata de un cántaro de cuello largo y base cónica. Antiguamente lo llamaban macka o puyñun. El nombre aríbalo se le ha dado por su parecido con las vasijas griegas conocidas como aryballus. Era usado para servir la chicha en las fiestas importantes. La base descansaba en un hoyo hecho en el suelo y se inclinaba para vaciar su contenido, labor que resultaba fácil gracias a su amplia boca. Se ha encontrado finos aríbalos en entierros acompañando a los difuntos. Para transportarlo se pasaba una cuerda por las asas y por un pequeño apéndice en forma de botón que representa un rostro felino. Se colocaba en la espalda y la cuerda era sujetada con las manos.

Los queros

Artículo principal: Quero.
Tocapus de los Incas.
Los queros (keros) fueron vasos de madera hechos por los incas. Los queros son vasos de regular capacidad mayormente de carácter ceremonial que eran decorados con dibujos planos o figuras tridimensionales. Se han encontrado muchos queros adornados con cabezas de felinos, pumas o jaguares, algunas veces con incisiones en metal y piedras preciosas en los dientes y los ojos. Durante la época colonial los motivos pictóricos de los queros adquirieron mayor complejidad, evocándose escenas de la historia inca. Atrajeron la atención de los estudiosos por la iconografía o pinturas decorativas. El centro de su fabricación y uso fue el Cusco.

Diseño y difusión

Artículo principal: Imperio inca.
El Estado inca estableció distintos tipos de relaciones con los ceramistas locales y aprovechó de diferentes maneras sus técnicas y estilos alfareros. Se movilizaron vasijas de estilo local y se las hizo circular por todo el territorio, fusionándose de esta manera las diferentes técnicas existentes. Igualmente, se intensificó la producción en las comunidades alfareras tradicionales y se crearon comunidades de artesanos especializados, los cuales fueron trasladados a otros lugares en calidad de mitmaqs (mitimaes), para poder difundir el estilo inca imperial. Es frecuente encontrar en el norte de los Andes evidencias de la difusión que tuvo la cerámica chimú y posteriormente la cerámica fusionada chimú-inca, como una muestra de la forma en que los incas aprovecharon los aportes culturales de los señoríos que fueron anexando a su Estado, combinándolos con su propia cultura.
El arte Inca, arte de los inkas, arte tejidos metalistería.
Cerámica, escultura, trabajos realizados en piedra....
El Arte Inca  
Por : Natalia Panero
 
El arte Inca

Supuso el momento culminante de un largo proceso social y político que se había iniciado varios milenios antes. Más que un conjunto de formas innovadoras, sus manifestaciones artísticas supusieron una continuidad con las tradiciones anteriores, siendo las más elaboradas los textiles, la orfebrería, el trabajo en piedra y la cerámica.
A partir de una experiencia local modesta, los incas desarrollaron un arte sencillo al que fueron incorporando las técnicas y la habilidad de los pueblos conquistados. Respondiendo a las necesidades derivadas de un estado tan complejo como el inca, sus manifestaciones artísticas se convirtieron en un arma propagandística de una gran importancia.

TEJIDOS 
Conocieron un desarrollo espectacular. En primer lugar se daba a las fibras (lana y algodón) un tinte con colorantes naturales, para a continuación ser hiladas con la ayuda de ruecas y después tejidas en diversos tipos de telares rudimentarios.
El más corriente, todavía se sigue utilizando en los Andes, consistía en dos lienzos colocados sobre un plano horizontal, uno fijado a un árbol o a un poste y el otro atado a una correa que el tejedor pasaba alrededor de los riñones. Las técnicas conocidas eran muy variadas, pero para producir tejidos destinados a fines ceremoniales se utilizaba el brocado, el bordado y la tapicería, siendo las piezas salidas de los talleres de Paracas las más apreciadas.
Estas magníficas telas podían alcanzar hasta 20 metros de longitud y estaban decoradas con una perfecta maestría y buen gusto con motivos zoomorfos polícromos, marcando, sin duda, uno de los más brillantes momentos del arte universal del tejido. Además de estas piezas, de clara inspiración foránea, los incas dieron paso a un variado universo propio con vistosos diseños geométricos de gran colorido.
Dividen el espacio en franjas y cuadrados donde expresan un complejo mundo de símbolos presidido por la disposición geométrica. Durante este periodo la producción textil adquirió un carácter masivo siendo los templos del Sol los lugares destinados al abastecimiento del Inca y su corte.
METALISTERÍA 
Los objetos de metal constituyen, sin duda, la realización más llamativa de todas cuantas llevaron a cabo los incas. La tradición orfebre, muy antigua en la costa peruana, ocupó un capítulo muy importante dentro de su ajuar. Trabajaron el cobre, el bronce, la plata y el oro siendo el repujado y calado de láminas el procedimiento más utilizado. Las decoraciones son eminentemente geométricas, aunque los motivos antropomorfos y zoomorfos, representados frontalmente conforme a los principios de hieratismo y simetría axial, son bastante frecuentes.
Los alfileres y prendedores para sujetar las prendas de vestir, tupu en lengua quechua, fueron elementos muy corrientes aunque de tipología poco variada. El remate solía ser una lámina muy desarrollada, de forma variable, que en el caso poco habitual de ir decorada, presentaba motivos geométricos muy simples dispuestos en bandas o cenefas. El alfiler de cabeza laminar o circular fue el modelo cuzqueño que alcanzó más difusión y popularidad, pudiéndolo encontrar tanto en Cuzco como en los últimos confines del Imperio.

Otras culturas del periodo intermedio tardío (Chancay, Chimú, Ica-Chincha) desarrollaron un arte figurativo muy rico a base de prendedores rematados por figuras humanas o zoomorfas. Colgantes, collares, aretes, anillos, brazaletes y pulseras son otros tantos objetos fabricados según las técnicas descritas.
Los vistosos y ricos tocados que adornaban las cabezas de reyes y nobles (donde confluían materiales como el tejido, la plumería y los metales preciosos) son otros tantos ejemplos de la riquísima orfebrería inca. Encontramos también objetos rituales, utilizados como amuletos u ofrendas, que representan animales y figuras humanas, de bulto redondo, entre los que merece la pena destacar las figuras antropomorfas desnudas con una estilización y geometrización muy señalada, y los estereotipos más comunes de llamas y vicuñas. Los objetos de metal se encontraban a menudo incrustados de piedras preciosas o semipreciosas.
A veces se coloreaban con un ácido natural que bruñía el cobre haciendo salir, de este modo, el brillo del oro o la plata con que estaba aleado. La producción se orientó hacia fines ornamentales. El Inca, la corte y los dignatarios del Estado iban ataviados con pectorales, brazaletes y collares, que ponían de manifiesto su inmenso poder.
CERÁMICA 
La ausencia del torno hacía que el alfarero tuviera que modelar la vasija a mano, y la pasta, presentada generalmente en forma de rulos alargados, se enroscaba sobre sí misma para construir las paredes de la pieza. Además de esta antigua técnica andina, la utilización del molde permitió la fabricación en serie, de tal forma que la producción se incrementó notablemente. Debemos distinguir entre el menaje doméstico y la vajilla de uso ritual.
Mientras que en el primer caso las formas y tamaños derivaban de las necesidades cotidianas, en el segundo, su desarrollo estuvo directamente condicionado por el mundo de las creencias. Estilísticamente encontramos la cerámica tipo Killke, con una cronología que va del 1200 al 1450 d.C., y la cerámica polícroma tipo Cuzco desde 1450 hasta la Colonia. Las primeras aparecen decoradas con motivos geométricos muy sencillos en tonos rojos y negros mientras las segundas, decoradas de igual forma, denotan una elaboración técnica más cuidada. No sólo se plasmaba sobre sus paredes una rica iconografía, sino que las piezas mismas eran colocadas como ofrendas en las sepulturas.
Los alfareros incas no inventaron ninguna técnica que fuera desconocida en épocas anteriores y su cerámica se caracterizó, fundamentalmente por formas equilibradas, un pulimento notable y la preponderancia de los motivos geométricos. Los tipos más característicos y propios fueron el aríbalo, una vasija globular de base cónica, cuello cilíndrico de borde evertido con un apéndice zoomorfo en la base del cuello y dos asas en forma de lazo, el kero, un vaso de uso ceremonial utilizado por el Inca y la nobleza, y una gran variedad de cuencos y platos de muy diversas formas y decoraciones.
Los keros y pajchas merecen una mención especial. Realizados a partir de maderas muy duras como la chonta y utilizados para libaciones rituales a la tierra, se ornamentaba mediante incisiones o decoración labrada sobre las que luego se aplicaban pastas resinosas coloreadas.
Los temas solían ser escenas figurativas dispuestas en franjas o frisos horizontales que proporcionan una riquísima información sobre la vida incaica, tanto en época prehispánica como en tiempos de la conquista española (encontramos escenas cortesanas, de guerra y rituales). Estas tipologías siguieron vigentes durante la época colonial, aunque incorporando en sus composiciones numerosos elementos ornamentales de raíz hispana y mayores dosis de dinamismo y profusión decorativa.
ESCULTURA 
Los trabajos realizados en piedra constituyen el otro gran conjunto de realizaciones incaicas que merece la pena destacar. Suele limitarse a representaciones zoomorfas de auquénidos, llamas, vicuñas y alpacas, y fitomorfas, mazorcas de maíz, que son conocidas como conopas y a numerosos cuencos y recipientes llamados popularmente morteros.
Entroncados en las tradiciones artísticas andinas, los incas supieron imprimir un carácter propio y original a sus obras que se basó en una simplificación de las formas por medio de volúmenes geométricos sencillos y una esquematización de los motivos decorativos muy próxima a una concepción estética geometrizante y cubista. El arte inca se caracterizó por la sobriedad, la geometría y la síntesis, tendiendo más a lo práctico y funcional que a lo formal.

Arquitectura incaica

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Muro del templo de Coricancha en Cuzco, la capital incaica. Corresponde al estilo arquitectónico: Cuzqueño, al tipo arquitectónico: Imperial o Rectángular y a la Fase incaica: Imperial o de la Expansión.
Piedra de los doce ángulos en la Calle Hatum Rumiyoc (Ciudad del Cuzco), es considerada por muchos como la figura más representativa de la perfección lograda en la arquitectura inca. Corresponde al estilo arquitectónico: Cuzqueño, al tipo arquitectónico: Engastado o Enchased y a la Fase incaica: Regional o de la Confederación.
Se denomina arquitectura inca al estilo arquitectónico que estuvo vigente durante el imperio inca, especialmente a partir del gobierno de Pachacutec Inca Yupanqui hasta la conquista española (1438-1533).
La arquitectura desarrollada en el incario se caracteriza por la sencillez de sus formas, su solidez, su simetría y por buscar que sus construcciones armonicen el paisaje. A diferencia de sociedades costeñas como la chimú, los incas utilizaron una decoración bastante sobria. El principal material utilizado fue la piedra, en las construcciones más simples era colocada sin tallar, no así en las más complejas e importantes. Los constructores incas desarrollaron técnicas para levantar muros enormes, verdaderos mosaicos formados por bloques de piedra tallada que encajaban perfectamente, sin que entre ellos pudiera pasar ni un alfiler. Muchas veces esos bloques eran tan grandes que resulta difícil imaginar su colocación, las mejores muestras de esta habilidad se encuentran en la zona del Cusco. Se sabe que los mejores talladores de piedra eran collas, provenientes del Altiplano y que muchos de ellos fueron llevados al Cusco para servir al estado.

Contenido


Características

Detalle arquitectónico de una ventana en Machu Pichu. Corresponde al estilo arquitectónico: Cuzqueño, al tipo arquitectónico: Pirka o Rústico y a la Fase incaica: Imperial o de la Expansión.

Sencillez

Las construcciones incas carecen de adornos o decoraciones complicadas. El tallado, escultura, altos o bajos relieves no fueron utilizados de manera excesiva o decorativa. Ésta austeridad se refleja también en la disposición de los ambientes dentro de los templos, ambos o incluso dentro de la misma habitación del Inca gobernante.
A pesar de esta sencillez, las crónicas hispánicas hablan de un decorado especial en el Coricancha en donde destacaban los relieves y esculturas en oro. Al parecer éste templo sería el único que ostentaba este tipo de decoraciones.

Solidez y Materialidad

Emplearon la piedra en grandes bloques sin ninguna necesidad de utilizar argamasa. Las piedras, que eran gigantes, eran usadas de tal manera que encajaba una con otra. Un ejemplo de esta arquitectura se encuentra en Sacsayhuaman, que fue un templo y no una fortaleza, muy grande con varios de estos bloques de piedra.

Simetría

Los muros incas son perfectamente ensamblados.
Las partes de sus construcciones eran iguales a partir de su eje. En planta, la simetría es difícil de apreciar ya que los espacios están superpuestos, aunque suelen converger en un ápice o en algunos casos, en una sala principal.

Monumentalidad

Por sus grandes proporciones. Las piedras, que eran muy grandes, ayudaban a que las construcciones fueran también grandes, por lo que se puede encontrar varios sitios en la ciudad del Cuzco con monumentos de piedra bastante grandes. Tenía una adaptación a la topografía y los accidentes geográficos de la zona. Los incas, querían demostrar que ellos podían hacer lo que ellos quisieran con la piedra, por lo que hicieron una de sus más grandes obras: la piedra de 12 ángulos.

Materiales

Muchos de los materiales empleados en la construcción de la arquitectura inca no pertenecian exclusivamente al Cuzco. por las fuentes etnohistoricas, se creía que muchas de las estrucutras incas contenían materiales totalmente foráneos.Entre ellos se encuentran la piedra o el adobe( barro cocido)

Formas arquitectónicas incas

Kancha

Fue la unidad de composición arquitectónica más común, consistía en un cerco rectangular que albergaba tres o más estructuras rectangulares dispuestas simétricamente alrededor de un patio central.1 Las kanchas alojaban por lo general diferentes funciones ya que conformaban la unidad básica tanto de viviendas como también de templos y palacios; adicionalmente, varias kanchas podían ser agrupadas para formar las manzanas de los asentamientos incas.2 Un testimonio de la importancia de estas unidades de composición en la arquitectura inca es la ciudad del Cuzco, cuya parte central consistía de grandes kanchas, incluyendo el tempo del sol (Coricancha) y los palacios del Inca.3 Los más preservados ejemplos de kancha se encuentran en Ollantaytambo, un asentamiento inca ubicado al margen del río Urubamba.4

Kallanka

Grandes recintos rectangulares, de hasta 70 metros de largo, asociados a centros estatales de importancia. Estas estructuras, mencionadas como galpones en las crónicas, presentan por lo general varias puertas, nichos y ventanas, y habrían sido cubiertas con un techo a dos aguas. El hecho de que aparezcan en las proximidades de grandes plazas, sugiere que estuvieron vinculadas a actividades ceremoniales, así como al hospedaje de numerosa gente; principalmente administradores o funcionarios en campaña.

Ushnu

Ushnu en Vilcashuamán.
Estructura piramidal trunca y escalonada, configurada a partir de la superposición de varias plataformas rectangulares. Se encuentra presente en los centros administrativos estatales. El acceso a la cima del ushnu era realizado a través de una escalinata central. Su función era servir como estrado. Desde su cúspide, el Inca, o su representante, dirigía ceremonias religiosas y reuniones de carácter familiar.

Tambo

Posadas construidas a lo largo de los caminos principales del Tahuantinsuyo, llamados mesones o ventas por los cronistas. Eran edificaciones sencillas de uno o varios ambientes, las cuales eran ocupadas por los viajeros como lugares de reposo. Contenían espacios para el almacenamiento de los suministros necesarios para el sostenimiento de los caminantes.

Acllahuasi

Identificado por Garcilaso como la "Casa de las Escogidas", corresponde a los edificios residenciales de las acllas, que eran los grupos de mujeres especializadas en actividades productivas, particularmente en la textilería y preparación de chicha, y que estaban obligadas a prestar servicios laborales al Estado. Estos edificios, comparados erróneamente por los cronistas con los conventos cristianos, se encontraban distribuidos en todos los centros provinciales del Tahuantinsuyo.

Construcciones arquitectónicas

Muro inca en la ciudad del Cuzco.
Ruinas incas de Wiñay Wayna. Cusco - Perú.
Construcción inca de Ingapirca. Provincia de Cañar-Ecuador.

Ciudad del Cuzco

Artículo principal: Cuzco.
Antes de la fundación del Cuzco se ubicaba en el lugar una pequeña aldea llamada Acamama. Estaba formada por humildes construcciones de piedra y paja, y en ella se cobijaban varios ayllus. Se dividía en cuatro secciones, que tenían que ver con los criterios de arriba y abajo, izquierda y derecha.
Cuando Manco Cápac funda la ciudad, ésta se ubica entre los cauces de los ríos Tullumayo y Saphy, desde una colina hasta la confluencia de ambos ríos. Dicha ciudad se convirtió en la capital política y religiosa del Estado y con el tiempo fue necesario introducir nuevas formas de subdividir el espacio.

Cuzco monumental

Durante mucho tiempo la ciudad fue bastante simple, pero luego de la guerra con los chancas quedó muy destruida. Entonces Pachacútec decidió construir la majestuosa capital que conocieron con asombro los españoles.
Cuzco era una ciudad llena de palacios y grandes canchas cercadas por un muro con una sola entrada, donde tenían su residencia los señores de mayor importancia. Lucía muy ordenada. Sus calles eran empedradas y contaban con sistemas de drenaje. Destacaban dos plazas principales separadas tan solo por el riachuelo Huatanay: Huacaypata y Cusipata. En la primera se realizaban los más importantes rituales y fiestas.
Los más grandiosos edificios dentro del Cuzco y en sus alrededores son: el Coricancha, la fortaleza de Sacsayhuamán, Ollantaytambo, Písac, Quenqo y Machu Picchu, los que pertenecieron a la época imperial.
La ciudad alcanzó gran prestigio como centro religioso, además de constituir el centro político del imperio. Cada uno de los incas que moría tenía allí una casa que se conservaba para él, con todas sus pertenencias dentro incluyendo la servidumbre y sus mujeres.
Se dice que el plano de Cuzco tenía la forma de un puma y que su cabeza estaba representada por Sacsayhuamán, fortaleza planificada por Pachacútec. Entre las piernas del animal se encontraría la plaza Haucaypata.

Cuzco: Símbolo del Tahuantinsuyo

El historiador Franklin Pease decía que los cronistas destacaron el sentido simbólico del Cuzco como centro y origen del mundo de los incas. La ciudad misma era reverenciada y se indica que era un símbolo de todo el Tahuantinsuyo. Esto explicaría la repetición simbólica de la estructura de la ciudad en los centros administrativos incaicos. Algún cronista llegó a decir que quien venía del Cuzco debía ser reverenciado por quien iba a él, ya que había estado en contacto con la ciudad sagrada.

Centros administrativos provinciales

Conforme se iba expandiendo el Tahuantinsuyo se fueron construyendo centros provinciales desde los cuales se administraban las diferentes regiones conquistadas. La planificación estatal implicaba el uso de maquetas de barro en las que se representaba desde valles enteros hasta un edificio, antes de empezar a construirlo. En la costa, la piedra usualmente era sustituida por el tapial o el adobe.

Tambo Colorado

Artículo principal: Tambo Colorado.
Fue uno de los centros más importantes establecidos por los incas en la costa. Es un conjunto de construcciones hechas con tapiales y adobes. Aunque en algunas zonas presenta una decoración aparentemente anterior, las puertas y hornacinas tienen la forma trapezoidal típica de los incas. Se le conoce como Tambo Colorado por la pintura roja, que todavía se puede ver en sus paredes, a pesar de que también se conservan algunos muros con pintura amarilla y blanca. En torno a una plaza de planta trapezoidal se distribuyen varias estructuras entre las que se cuentan depósitos, viviendas y un edificio principal conocido como la Fortaleza. [1]

Huánuco Pampa

Artículo principal: Huánuco Pampa.
Puerta inca de ingreso a Huánuco Pampa. Huánuco-Perú.
Fuerte de Samaipata, de antecedentes preincas y ocupado por los Incas. Departamento de Santa Cruz-Bolivia.
Conocido también como Huánuco Viejo. Importantísimo centro de más de 2 km² ubicado sobre una explanada a cuatro mil metros de altura. Fue establecido allí porque marcaba el punto medio del camino entre el Cusco y Tomebamba. Alrededor de una gran plaza que contiene un ushnu o estructura sobre la cual se ubica una especie de asiento, se distinguen cuatro diferentes sectores: uno de depósitos al sur, uno de confección de tejidos al norte, uno de viviendas comunes al oeste, y otro de residencia del inca durante sus visitas al sitio. En total habría unas cuatro mil construcciones dedicadas a funciones militares, religiosas y administrativas.

Tomebamba

Artículo principal: Tomebamba.
Túpac Yupanqui inició la construcción de este centro administrativo, desde el cual se afirmó la conquista de los cañaris y se controló el límite norte del Tahuantinsuyo. Su importancia fue aumentando rápidamente tanto que se convirtió en la segunda ciudad más importante del imperio.

Cajamarca

Artículo principal: Cajamarca.
Lugar de especial importancia, pues allí fue capturado el inca Atahualpa marcando el inicio del ocaso del imperio. Por aquellos momentos era un pueblo muy grande, con una plaza amurallada al centro. El Templo del Sol, el Palacio del Inca y el Acllawasi, reproducían el más puro estilo arquitectónico cuzqueño. Se dice que el fundador de la ciudad fue Túpac Yupanqui.
Otros centros administrativos y religiosos incas fuera del Cusco fueron: Samaipata, Incallajta, Tilcara entre otros.

Construcciones de carácter religioso

Vilcashuamán

Artículo principal: Vilcashuamán.
Fue un centro administrativo y religioso establecido luego de que los Incas conquistaran a los Chancas y a los Pocras. Se ubica en la provincia de Vilcashuamán, en el departamento de Ayacucho, a 3.490 msnm. Según los cronistas, Vilcashuamán debió albergar a unas 40.000 personas. La ciudad estaba conformada por una gran plaza en la que se realizaban ceremonias con sacrificios, alrededor de esta se encuentran los dos edificios más importantes: el Templo del Sol y la Luna y el Ushnu. El Ushnu es una pirámide trunca aterrazada de cuatro niveles a la que se ingresa por una puerta de doble jamba, característica de los recintos más importantes. En su plataforma superior hay una piedra grande tallada de manera singular conocida como el Asiento del Inca y se dice que antiguamente estuvo recubierta con láminas de oro.
Vista del Coricancha (construcción inferior) y Convento de Santo Domingo (edificado encima del anterior) en la ciudad del Cuzco. El Coricancha fue considerado la principal construcción de todo el imperio inca, condición que perdió al ser destruido en la conquista española.
Coricancha:restauración digital de su posible aspecto original.
==== Coricancha ====
Artículo principal: Coricancha.
Fue el templo principal del Cusco. Después de la guerra con los Chancas, Pachacútec se encargó de reconstruirlo, colocando en su interior grandes cantidades de oro y plata, tanto así, que de Inti cancha (recinto del sol) pasó a ser conocido como Coricancha (recinto de oro). Pachacútec colocó al sol (Inti), divinidad de los incas cuzqueños, en el lugar principal. Este templo es una de las mejores muestras de la fina arquitectura inca. Destaca su muro curvo hecho con una perfección admirable. Sobre los restos de los muros incas se levanta hoy el Convento de Santo Domingo.

Construcciones militares y conmemorativas

Inca Huasi

Artículo principal: Inca Huasi.
Está en el valle de Lunahuaná, cerca a San Vicente de Cañete. En aquella zona existía un curacazgo conocido como Guarco, que fue conquistado por los incas luego de cuatro años de tenaz resistencia. Según la tradición, Túpac Yupanqui decidió llamar a este extenso centro administrativo Cusco, igual que la capital del imperio, y quiso que sus calles y plazas llevaran los mismo nombres que las que había en él. En Inca Huasi se reproducía la distribución cuatripartita del espacio.El Complejo Arqueológico INCAHUASI, cuya traducción al castellano es "CASA DEL INCA", se encuentra en el Km 29.5 de la carretera Cañete - Lunahuana. Corredores y pabellones al interior del Templo del Sol. Fue también un centro de adoracion, sacrificio y observacion climatologica. En la parte de este complejo dedicado al Templo del Sol, se puede apreciar que las habitaciones tienen columnas de forma cilindrica, incluso hay un recinto en el cual una de estas columnas forma parte de la pared. Aparentemente estas columnas formaban parte de un Intihuatana (Reloj Solar Inca).

Sacsayhuamán

La fortaleza de Saqsaywaman, ubicada en las afueras del Cusco y edificada por motivos bélicos, fue usada como fortaleza de resistencia militar.
Artículo principal: Saqsaywaman.
Sobre una colina que domina el Cusco desde el lado norte se ubica el recinto religioso de Saqsaywaman. Se compone de tres plataformas hechas con enormes muros de contención en forma de zigzag, sobre las que se ubicaron tres torreones. Los muros se hicieron uniendo bloques de piedra de dimensiones sorprendentes, algunos llegan a medir 9 m por 5 m por 4 m.
La historiadora María Rostworowski especula respecto de si Saqsaywaman fue una fortaleza militar usada para la defensa del Cusco, pues los relatos de invasión chanca dicen que éstos entraron fácilmente a la ciudad sin enfrentar una resistencia militar importante. Además, mientras el imperio del Tahuantinsuyo se expandía, no existía el peligro de ataque al Cusco. Rostworowski cree que fue un monumento a la victoria sobre los chancas, y que en las festividades se representaba allí batallas rituales. Esto además sirvió como gran ayuda a los incas a poder defenderse contra las tropas militares extranjeras.

Arquitectura de élite

Ollantaytambo

Artículo principal: Ollantaytambo.
Ollantaytambo o Ullantaytampu es otra obra monumental de la arquitectura inca. Es la única ciudad del incanato en el Perú aún habitada. En sus palacios viven los descendientes de las casas nobles cusqueñas. Los patios mantienen su arquitectura original. Esta ciudad constituyó un complejo militar, religioso, administrativo y agrícola. El ingreso se hace por la puerta llamada Punku-punku. Ollantaytambo está ubicado en el distrito del mismo nombre, provincia de Urubamba, aproximadamente a 60 km al noroeste de la ciudad del Cuzco y tiene una altura de 2.792 metros sobre el nivel del mar.Situado 600m más abajo de Cuzco, disfruta de un clima más cálido y de una tierra más fértil, que los incas aprovecharon al máximo para levantar poblaciones e importantes centros agrícolas. El valle está rodeado de escarpadas montañas que hacen que adquiera una sensación de estar en un sitio especial, pero bueno, eso no es novedad, se respira nada más entrar aquí.

Písac

Artículo principal: Písac.
Písac (también Pisaq) está ubicado a 33 kilómetros de la ciudad del Cuzco. Su sitio arqueológico es uno de los más importantes del Valle Sagrado de los Incas. La arquitectura de Písac es mestiza, construida sobre restos indígenas por el virrey Francisco de Toledo. La belleza de sus muros,construidos con grandes bloques pétreos pulidos con extraordinaria simetría e inigualable manejo de la piedra dejan al visitante perplejo."A orillas de Willkamayu,el sagrado río dios que corre por cauces de piedra labrada dominando su furia,comienzan las franjas de luz y sombra de los famosos andenes de P´isaq,la gran ciudad de los perdices.Una urbe de leyenda que fue construida en una cresta de roca azul,casi sobre el aire para avizorar el más hermoso de los valles cusqueños".

Machu Picchu

Artículo principal: Machu Picchu.
Machu Picchu, considerada actualmente la construcción más representativa del imperio inca, está enclavada en las faldas de dos montañas: el Machu Picchu y el Huayna Picchu. Es una de las pocas construcciones que resistieron intactas el paso de la conquista española por la región.
La ciudadela de Machu Picchu ha sido por mucho tiempo uno de los más inquietantes enigmas de nuestro pasado. Se ubica a algunos cientos de metros sobre la margen izquierda del río Vilcanota o Urubamba, a 2300 metros sobre el nivel del mar. El primer aspecto que llama la atención es su ubicación, en la cima de un cerro cubierto de vegetación y de difícil acceso. Este aislamiento hizo posible que el sitio se mantuviera intacto por cientos de años. Al principio se pensó que podría tratarse de Pacaritambo, el lugar de origen de los incas. Luego creyó que era Vilcabamba, refugio de los descendientes de los gobernantes incas. El hecho es que, hasta entonces, no se tenía noticia de la existencia de este sitio ni siquiera a través de las crónicas.
Para su estudio fue dividido en diferentes sectores, dependiendo de las características, poco o muy elaboradas, de la arquitectura. Estos podían ser el sector urbano, el agrícola, el religioso, etc. El sector agrícola corresponde a un conjunto de terrazas o andenes perfectamente adaptados a las abruptas laderas del cerro, y que se complementaban con canales. Existe un ingreso principal resguardado por puestos de vigilancia, así como una muralla que separa el sector agrícola del urbano. Al centro del sitio se ubica una plaza principal con una roca alargada parada al medio.
En el sector religioso destacan el Templo de las Tres Ventanas y el Intihuatana, o reloj solar, bloque de piedra con funciones astronómicas ubicado sobre una pirámide trunca. Hacia el lado este, en la parte inferior de las terrazas, hay un cementerio. Las excavaciones realizadas han sacado a la luz una serie de entierros, de los cuales la gran mayoría eran de mujeres. Tal vez vivió allí una reducida élite de sacerdotes rodeados por un grupo de mujeres dedicadas al culto, las llamadas Vírgenes del Sol.